Victoria Montesinos

Victoria Montesinos nació en 1944 en la Ciudad de México. Es hija de un destacado director del cine mexicano, vivió su infancia en una casona porfiriana con sus abuelos. De niña no le era fácil integrarse con los demás niños, así que dibujaba. A los 12 años estudió con José Bardasano, el gran pintor español llegado a México como exiliado de la Guerra Civil Española; estudió con él durante cinco años. “Me pasé dos años con el lápiz en la mano. Las exigencias de Bardasano no me molestaron, pues cuando me ponía a dibujar me desconectaba de todo y era un deleite.”

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En 1983 se fue a vivir a Nueva York contratada por una de las galerías más grandes de los Estados Unidos para desarrollar obra litográfica; produjo piezas de alta calidad tan singulares que todas sus ediciones se agotaron. Además de la gran cantidad de ediciones litográficas que colocó, vendió alrededor de trescientos cuadros originales. A principios de los noventa regresó a México para aventurarse en una nueva corriente de desnudo femenino, de la que destacan sus trabajos en óleo y serigrafía en tela. A mediados de la misma década firmó nuevos contratos para trabajar con diversas galerías de los Estados Unidos, así que regresó a Nueva York para abordar la pintura de flores.

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Los temas que plasma en su pintura no son producto de un análisis intelectual sino que provienen de sus propios gustos, afinidades e intuiciones. La crítica ha catalogado a Montesinos como feminista. En su magia creadora, ella ve a las mujeres como a las diosas griegas: místicas y misteriosas, así que las plasma como musas llena de belleza, capaces de inspirar profundas emociones espirituales. En sus obras aparecen cuerpos esbeltos y sensuales de observación anatómica envueltos en un halo de misterio, imbuidos en atmosferas etéreas colmadas de exotismo. De gran capacidad creadora, pinta también paisajes, los cuales trata de una manera abstracta en la forma y en el color; llama también la atención la magistral calidad de sus retratos.